LA economía social y solidaria en el desarrollo de los territorios, comunidades y personas: La riqueza de la complejidad

PRIMER FORO MUNDIAL DE AGENCIAS DE DESARROLLO LOCAL

Juan de Dios García Serrano, 2011

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Compendio :

Estamos asistiendo en todos los continentes a la construcción social de una realidad compleja y dinámica, al proceso de configuración de la Economía Social y Solidaria, de una economía “orientada a la vida” (se utiliza multiplicidad de términos como Economía Solidaria, de la Solidaridad, Popular, Social, Social y Solidaria, Comunitaria, de la Vida, etc.) que no es la mera suma de realidades sino una mezcla creadora y multiplicadora de agentes y sujetos con identidades diferentes, experiencias, proyectos, caminos, modelos y metodologías que no siempre convergen, que colaboran entre si y en algunas ocasiones se contradicen entre sí.

La actual Economía Social y Solidaria, que hacen su aparición en el último cuarto de siglo XX, no se limita a enfrentar la cuestión social contemporánea desde una única dimensión del ingreso o del acceso a bienes, sino que supone ampliar la mirada, las apuestas por una transformación profunda, tanto material como simbólica, en el sistema económico y en los sistemas políticos, rompiendo con la separación postulada entre economía y política.

No hay un sujeto social predeterminado, sino una pluralidad de sujetos que buscan la construcción de una economía sustantiva orientada a la reproducción y desarrollo de la vida de todas las personas y su medio, una economía incluyente, no sólo de y para las personas pobres, sino de y para toda la ciudadanía y todas sus comunidades. Es una búsqueda de realidades y prácticas económicas no basadas exclusivamente ni centralmente en el mecanismo de capital y mercado, sino que aspira a resolver los problemas de la vida cotidiana. Y esto, lo pretende desde el abordaje multidimensional (económico, social, político, ideológico, tecnológico, comunitario, organizacional, afectivo, jurídico, comunicacional, etc), desde el reconocimiento de su condición de realidad definida por la complejidad de lo humano. Frente una racionalidad economicista supuestamente objetiva, se apuesta por una racionalidad reproductiva de la vida (Franz Himselammert). Desde esta perspectiva, la economía es un aspecto más de la vida, forma parte de la acción social. Sin la reproducción de la vida no es posible gozar de ninguna libertad, y sabemos que la vida de toda persona es vida en sociedad.

La Economía Social y Solidaria es dinámica y cuenta con organizaciones y redes de organizaciones que se han ido tejiendo para mejorar las probabilidades de supervivencia y respuesta a las necesidades cambiantes de iniciativas populares (inicialmente consumo, vivienda, empleo, financiación…). En la medida que las necesidades se van ampliando, las respuestas se amplifican, diversifican, se complejizan, surgiendo nuevas figuras y enfoques. Así, desde las figuras tradicionales de cooperativas, mutuas y asociaciones de diverso tipo, se ha ido pasando por la gran proliferación de otras menos institucionalizadas e informales. como: compra y/o comercialización conjunta, las redes de comercio justo, emprendimientos familiares, ayuda mutua, grupos de crédito solidario, finanzas solidarias, banca ética, mercados de trueque o con moneda social local, redes de madres cuidadoras, de ayuda escolar, de construcción de infraestructura para el consumo o la producción local, redes de educación popular, red global de software libre, grupos de autoconstrucción del hábitat , instituciones de presupuestos y gestión participativa de recursos públicos, de realización de derechos (a la tierra –y en algunos casos mucho más que eso: al territorio-, al agua, a la educación, a la vivienda, al hábitat saludable, a la ciudad, a la energía, a la salud, a la seguridad social y la protección, etc.), los procesos de recuperación de recursos de las empresas de capital o del Estado (equipamientos de fábricas, empresas en general, tierras, edificios, viviendas, etc.) y todo movimiento o acción colectiva que procura transformar la economía con los valores y sentido. Como propone Polanyi, iniciativas microsociales para realizar “el sustento de la persona”.

Fonti :

foromundialadel